Grafito sobre clayboard, 27,9 x 35,6 cm
Estas dos obras de Beto De Volder, realizadas en grafito, permiten un acercamiento a uno de los artistas que de modo más consecuente ha trabajado durante las últimas décadas dentro de una exploración formal. En el centro de la obra de De Volder, se encuentra la línea curva, como matriz a partir de la cual llevar adelante ejercicios materiales y de color. En esas líneas, que en su curvatura se abren a una expresividad abstracta y se proyectan poéticamente como escorzos de volúmenes imposibles y formas infinitas, resplandece siempre el dibujo como problema y como práctica, como forma y como materia. En tiempos en los que el arte, en su declinación contemporánea, quiere ser tantas otras cosas, es siempre reconfortante encontrar una obra que nos recuerda que el arte no ha dejado de ser un vehículo, el más humano de todos, para disfrutar de la belleza.
Textos relacionados:
Historial de la obra:
Curador/a: Mariano Mayer
Artistas: Sergio Avello Daniel Joglar Diego Bianchi Erica Bohm Juan José Cambre Ricardo Carreira Paula Castro Jimena Croceri Beto de Volder Mirtha Dermisache Lucas Di Pascuale Alfredo Dufour Gabriela Forcadell Alberto Goldenstein HOCO HUOC Guillermo Kuitca Fernanda Laguna David Lamelas Estefania Landesmann Martín Legón Lux Lindner Lucrecia Lionti Fabián Marcaccio Nicolás Martella Manuel Fernández Marcelo Pombo Ramiro Quesada Pons Dudu Quintanilha Mariela Scafati Rosana Schoijett Alan Martín Segal Marcela Sinclair Cecilia Szalkowicz Gastón Pérsico Santiago Villanueva Alejandro Montaldo Miguel Mitlag Ariel Mora Máximo Pedraza Marisa Rubio Mariana López Florencia Vecino
(2021) Ingreso a la colección