Colección Oxenford INVESTIGACIÓN / ENTREVISTAS / Claudia del Río Sin título, 1997-2006

“Hubo varias cosas contingentes al empezarla. A mí me gustaba leer las notas de policiales porque me daban curiosidad. Los problemas que tiene Rosario en estos diez últimos años no tienen nada que ver con aquellos. Era mucho más tranquila la ciudad. En la casa de mi familia compraban ese diario y yo solía ver esas páginas. Y las empecé a cortar, a llevármelas. Dejaba el diario entero y solamente recortaba estas noticias. Una de las cosas que me llamaba la atención eran los copetes, que es la manera en que se introduce la noticia, y suelen ser sensacionalistas. No se hablaba de femicidios, pero una de las primeras telas que bordé fue Misterioso deceso de una bella mujer. La guardo en la memoria como una tela paradigmática por varias razones. Tengo constancia de que se han enterrado a muchísimas mujeres sin salir a la luz los femicidios. Además, eso de ‘bella mujer’ es como el paradigma. En ese momento yo no bordaba, tenía otro tipo de obra. Pero ahí apareció como un impulso. Tenía un vestido de seda natural que había sido de mi mamá, que ella me había dado en un momento por si yo quería hacer algo con él, así que estaba en el taller. Lo corté en cuadrados y bordé una de las noticias. En esa época algo que me impresionó mucho fue una jueza que fue a negociar en un penal del Gran Buenos Aires donde había un motín y la tomaron de rehén. Esa fue la segunda obra. Y así empecé a formar una conducta personal, por un lado, la cuestión de tener las hojas de ese diario y, por otro lado, cuando alguna por algún motivo me resultaba impresionante, yo la bordaba. Eso fue desparejo. En una época bordaba una por día en determinado horario, cuando estaba tranquila. Y otras veces bordaba cinco o seis el mismo día. Se volvió algo muy importante. Es algo que sigo haciendo, cuando alguna me impacta”.

®Bruno Dubner

Sin título, 1997. 410 piezas de granité, seda e hilo, medidas variables

 
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