“Es una recopilación de obras que armamos con Santiago García Navarro, obras de entre 2009 y 2010. Pero en realidad son trabajos, grupos de dibujos que voy desarrollando en períodos largos. Esas obras están hechas en paralelo al proyecto Alaska”.
“Más que algo puntual es como una bola de nieve que viene empujada y caótica desde hace tiempo. Siempre me interesó la idea de las narraciones no lineales, esos estados de percepción totalmente influenciados por el material, o por la elección del soporte, por el papel, por las herramientas que uso para trabajar. Son imágenes que vienen desde el adentro, no desde el mío, sino del adentro del material mismo. Son paisajes producidos por el ADN del material. En Data Bengala había trabajado con papeles pigmentados o sensibles a la luz y me interesaba como soporte vivo. Creo que lo que me pasa está bastante relacionado con la meditación. Mi mirar el fondo es un poco como mirar para adentro, hacia lo más profundo de la mente, aunque no puedas definir nada; es ir hasta el fondo y volver con una imagen. Eso me super interesa, esa narrativa y ese paisaje. La imagen siempre está saliendo de adentro y se cristaliza en el medio. Me interesa ese momento de cristalización. Uno puede hablar desde lo técnico o de lo matérico o desde lo filosófico, pero estás hablando de lo mismo de distinta manera. Y en todos estos dibujos hay una actitud, un estado de concentración. Es como entrar en un estado”.