“Esta obra es una pieza central de una exhibición que se llamó Sopor, la cual contaba la exploración de Rosa Chancho al interior de una caverna. Cada una de las piezas tiene algo de lo que nosotros llamábamos en ese momento ‘objetos muleta’. Cada una de las obras era una especie de ‘muleta’ o ‘prótesis’ para contar esa historia, es decir, un objeto que funcionaba en tanto parte de una performance, que era una visita guiada realizada por los integrantes del grupo relatando esa exploración. La historia completa son esas nueve páginas que forman la obra Sopor, alrededor de las cuales había otras obras que completaban la experiencia visualmente: el cuadro de libros -un marco, que dentro tenía libros originales que utilizamos para estudiar el tema de las cavernas-; el ‘podio’, de donde salía un PowerPoint con unas tres imágenes de la caverna; una montaña de cartapesta con un agujero, que era una representación de una parte de la caverna. Había algo entre museo temático o de ciencias naturales, con objetos ‘precarios’ y ‘raros’. En algún punto estos objetos nunca llegaban a adquirir esa concepción de obra en sí, en términos de la obra aurática o tradicional. Eran objetos muletas que servían para contar un solo relato. La versión que más nos gustaba era cuando estábamos varios integrantes de Rosa Chancho en la galería Mite y dábamos dos o tres visitas guiadas distintas, a diferentes grupos de gente, pero en simultáneo y en un espacio reducido. Cada uno contaba la historia, la experiencia en las cavernas, desde su punto de vista y su forma de verla”.
“Esta idea fue parte de cierto trabajo de Rosa Chancho en toda su carrera, es decir, la relación entre la experiencia individual y la colectiva: cómo construir una historia colectiva, cómo se construye ese tipo de relato y cómo se puede trabajar juntos. Obviamente todo eso tiene su lógica socio-política, si se quiere, somos todos criaturas del post-2001, de lo que quizás fue la mayor insurrección popular que tuvo nuestro país en las últimas décadas, es decir, parte de una adolescencia que nos marcó a fuego. Después de 2003/2004 comienzan a surgir las asambleas populares, barriales, donde empieza una recuperación política para la juventud, una excitación a la militancia política. Es luego de ese momento donde nosotros empezamos a trabajar juntos en 2005”.