Colección Oxenford INVESTIGACIÓN / EJES / Forjando una sensibilidad

Por Leopoldo Estol

La escritura sobre arte existe hace casi 2400 años; pienso en Jenócrates de Atenas, de quien tenemos noción gracias a la mención que hace Plinio de este escultor al que le gustaba también dejar asentadas sus ideas. Escribir sobre arte ha sido una pasión muchas veces esquiva, no por carecer de sentido sino por falta de estímulos materiales para sostener esta práctica y hacerla proliferar. Por fortuna, este ensayo tiene buena estrella y surge de la revisión de algunas obras de la colección Oxenford, que me invitó a recorrer sus recovecos en pos de un tema de singular gravitación: los puntos de inflexión en el camino de los y las artistas. Así que guían mi búsqueda estos preceptos, así como también, ¿por qué no decirlo?, la afinidad con algunas formas, las cuales me interpelan más, siendo quien escribe este texto no solo investigador, sino también artista y colega. (+) seguir leyendo

®Liv Schulman

Liv Schulman. La desaparición, 2013. Video,

®Leticia Obeid

Leticia Obeid. Dobles, 2013. Video,

®Tomás Maglione

Tomás Maglione. The Knife Constitución, 2010. Video digital HD en pantalla LCD 32" sobre caño estructural de 3mm.,

®Tomás Maglione

Tomás Maglione. Pattern governed behaviour, 2014. Video HD,

®Tomás Maglione

Tomás Maglione. Los gigantes, 2014. Video HD,

®Tomás Maglione

Tomás Maglione. Blinder, 2013. Video HD,

 
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Autor/a:

Leopoldo Estol (Buenos Aires, 1981) es artista visual y le gusta escribir y reflexionar sobre esta aventura de la vida en el arte. Por eso, se presenta a sí mismo de esta manera: “Nací el 9 de julio de 1981 mientras se festejaba el día de la independencia argentina en la dictadura de Viola. El mayor privilegio que tuve de pequeño fue quedarme durante horas viendo los cielos desde el jardín de la casa de mis padres en el barrio de Flores”. Leo Estol estudió Historia del Arte en la UBA. Participó en las clínicas de análisis de obra de Pablo Siquier, Jorge Macchi y de workshops de dibujo con Martín Kovensky. En el 2003 participó de la beca coordinada por Guillermo Kuitca. Realizó Tempranos intereses personales en galería Sendrós (2004), la celebrada Escuelita Thomas Hirschhorn junto a Diego Bianchi en Belleza y Felicidad (2005), Mi primera escultura, donde exhibió los restos de una fiesta electrónica sobre el amplísimo piso del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (2007) y La mañana del mundo, construida en la antigua Ruth Benzacar a partir de un sinfín de colaboraciones (2008). Por invitación de Inés Katzenstein participó de la Bienal del Mercosur (2007). Desde entonces, sus obras forman parte del acervo del MACRO, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario y también del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). En el año 2009 junto a un grupo de artistas nucleados en el Centro de Investigaciones Artísticas (CIA) conoce la Villa 31, donde realizan obras colectivas, ofrecen apoyo escolar y comparten experiencias grupales. Desde octubre del 2013 edita y distribuye el diario El Flasherito junto a Liv Schulman y Andrés Aizicovich, un espacio impreso que busca generar una plataforma periódica de inspiración, discusión y pensamiento. Ambos desempeños colectivos han sido honrados con la Beca del Fondo Nacional de las Artes para proyectos grupales.