“Había terminado muy cansado de la muestra Mocoso insolente, de 2010, que había sido muy física. En la pieza de goma espuma, tomé simplemente la imagen de los colchones que tiran a la calle y atan como gesto escultórico. Empecé a investigar sobre goma espuma, busqué el tamaño máximo de corte en molde y lo zunché con una soga como para que se viera bien brutal. El zunchado era sugerir una figura humana con un gesto, darle elegancia a algo que no lo tenía”.
“Fue la primera incorporación tecnológica del neón, como una tecnología venida a menos, en desuso, démodé. Técnicamente era investigar si el neón se podía hacer 3D. Fue la primera pieza que trabajé con neón. Una vez que la zunché, hice un molde con alambre y se lo llevé al neonero, que copió la forma”.