“DB: Under de si estaba conformada por múltiples situaciones donde los cuerpos extremaban y explicitaban su relación con la mercancía, la tecnología y la producción constante de formas. Transformamos la obsesión por la imagen en pautas de trabajo para generar micro ficciones donde el cuerpo pueda ser considerado como un elemento objetivo que acciona o es accionado en función de otros elementos. La idea del sacrificio, los idearios de perfección y de idealismo son llevados al absurdo para revertirlos, para colapsarlos y transformarlos en posibilidad.
Selfieboy sculpture entrecruza el ideal clásico, la tecnología y la adaptación humana a sus nuevos usos para construir una situación hipnótica y ambigua al mismo tiempo.
Algo similar sucede con Iphone hole donde los brazos tatuados de los performers se objetualizan y se funcionalizan como display exhibitivo para la tecnología y su utilización.
LG: Estábamos explorando preguntas alrededor de la construcción de la imagen propia. Del cuerpo como construcción: la ‘puesta en escena’ del cuerpo. Esto, especialmente en relación con la mercancía: ropa, muebles, prótesis, ya fuera un celular como prótesis o un músculo como prótesis. Desde un principio teníamos también mucho interés en preguntarnos por el lugar de la ficción dentro de esa construcción. Nos interesaba buscar límites de la ficción dentro de lo hiperreal. Buscábamos algo que en algún encuentro denominamos como la Mínima Unidad de Ficción. Creo que la cuestión, instintiva, en ese momento era: ¿qué necesita una situación, en relación a la construcción del cuerpo y su imagen, para construir, con una mínima intervención, una máxima ficción?, ¿qué se necesita para que esta siga siendo real, para que ficción y realidad se entrecrucen? La idea de sacrificio no surgió como algo central, sino como una herramienta puente. Por lo menos en mi trabajo, siempre trabajé con ideas de tarea, ejercicio, loop, pero no por el sacrificio como fin, sino como medio para generar ficción y construir lo absurdo”.